Jimmy Alexander Molina
Reportero
Durante toda la historia de la Universidad de El Salvador, las protesta, las tomas de edificios y el cierre de la misma ya sea por autoridades militares, estudiantes o trabajadores organizados, han estado a la orden del día en el alma mater y este año no ha sido la excepción.
Sin embargo, mientras el rector de la autónoma declara en los medios de comunicación que no hay presupuesto para ampliar los cupos para los aspirantes a nuevo ingreso, paradójicamente este día da por inaugurado un comedor universitario en el que laboran más de doce personas y el cual tendrá capacidad de atender a más de dos mil estudiantes por día en el local denominado la estrella.
Será acaso más importante para las autoridades universitarias la creación de este tipo de negocios en el alma máter y no la educación de una mayor cantidad de nuevos estudiantes, o es que se nos ha olvidado que hemos abanderado siempre las causas justas por la lucha social.
Y aunque no comparto los métodos utilizados por los aspirantes, cuando afectan a terceros, tampoco puedo obviar estos proyectos tan alejados de la realidad estudiantil.
¿Por qué no hacer las cosas para las que ha sido creada la institución cuya misión es la educación con calidad y no la alimentación con calidad en la comunidad estudiantil?.
La seguridad alimentaria es una obligación del Estado y finalmente de los padres de familia.
El proyecto en sí mismo no es malo, pero dejemos a la empresa privada la creación de negocios y nosotros dediquémonos a las cosas para las que hemos sido elegidos: la educación con calidad.
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