La esperanza, al igual que la ilusión son frases con significado intangible que sirven al ser humano para motivarse en procura de un logro, principalmente en situaciones de angustia o de agonía, como el caso del representativo de fútbol de la Universidad de El Salvador que, después de una diferencia de seis puntos sobre el último lugar en el torneo Clausura de la primera división profesional, ha comenzado a pensar de esta manera: con la esperanza de encontrar el camino de las victorias y la ilusión de mantener la categoría.
La más reciente derrota de los universitarios frente al Metapán como visitante y el no haber aprovechado su localía en anteriores juegos fueron determinantes para que su perseguidor, Once Municipal, de Ahuachapán, tomara distinto rumbo del que traía para comenzar el acorte de distancia a tres puntos con su gane sobre el Atlético Balboa, de La Unión, con la esperanza de dar alcance a la UES y la ventaja de que para lo que resta del torneo tendrá más actuaciones como local que de visita.
Once municipal ha venido con problemas de bajo rendimiento y por ello su junta directiva decidió mantener el equipo a medio sueldo, hasta ver una recuperación como la obtenida en la fecha postrera y con la cual sus jugadores han encontrado la motivación anhelada para el encuentro de una posible salvación, ahora de la mano de su nuevo entrenador, el argentino Juan Sarulite, en contraste con lo sucedido en el equipo del máximo centro de estudios superiores que con su nuevo técnico, el brasileño Eraldo Correia solo ha logrado dos empates y una derrota.
Universidad de El Salvador, que desde su ascenso a la primera división profesional lleva tres cambios de entrenadores (Miguel Arévalo, el uruguayo Rubén Alonso y el nacional Edgar Alonso Henríquez) todavía no encuentra la llave para la mejor amalgana que le produzca frutos, aunque por momentos gusta; pero su falta de efectividad y concentración en los momentos decisivos no le permiten dar pasos firmes y termina con lamentos provocados por el derecho de piso que quizás deba seguir pagando si no logra darse cuenta a tiempo de la amenaza que ahora se cierne con el descenso.
Su próximo encuentro será con Alianza, el jueves 31 de marzo en el estadio Cuscatlán, sede alba donde a los visitantes les resulta difícil doblegar al equipo paquidermo, incentivado por esa barra que siempre se da cita para alentarlo.
Alianza ya visitó el estadio universitario “Mártires del 30 de Julio” y salió victorioso, por lo que lleva ese incentivo al venidero encuentro. Universidad, por su parte, se presentará con la presión de un triunfo para mantener la distancia de tres puntos que aún lo separa de su perseguidor y con la esperanza de que éste no logre dar otro paso como en la reciente fecha.
Es importante rescatar que el representativo de la UES tiene como fortaleza esa fuerza de voluntad, el coraje y la entrega que en un encuentro como el que está por disputar juegan papel importante.
Veremos qué es lo que vaya a mandar como estrategia el entrenador Correia en este juego de gran importancia contra Alianza donde la esperanza de un triunfo alientan la ilusión de que el equipo se mantenga en la primera división del fútbol profesional.
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