domingo, 10 de abril de 2011

LOS CIERRES DE LA UES: UNA TRADICIÓN, UN ETERNO PROBLEMA


Raquel Paz
Redacción

Vivimos en un país “libre”, eso significa que podemos expresarnos con libertad y bla, bla, bla, bla… pero, ¿qué pasa cuando hacemos uso de esa libertad afectando a otros? Parece ser que todos los años el infaltable contratiempo que miles de estudiantes del Alma Máter tenemos que superar ya se ha convertido en toda una tradición. ¿Qué año nos encontraremos con la noticia de que la “U” no ha sido “tomada” por A o B motivo?
¡NUNCA! Todos los años los aspirantes que han quedado fuera del proceso de selección optan por exigir su derecho a la educación, aunque hayan obtenido una baja calificación en el examen de admisión. Si bien la educación es un derecho, también es un deber de todo estudiante esforzarse al máximo para poder inclinarse a una carrera, ya que de ese esfuerzo depende el resultado de su éxito o su fracaso.
Pero, año con año, con los rostros cubiertos y una serie de consignas, supuestos aspirantes se toman la libertad de cerrar los portones de la Universidad de El Salvador para exigirla apertura de cupos, sin importar si afectan con este tipo de acciones el desarrollo normal de las actividades académicas. Al parecer este ejercicio, hasta ahora, siempre ha tenido éxito ya que sus demandas son cumplidas.   
Pero esta vez pidieron más. Este es un problema de todos los años, incluso los mismos universitarios hacemos cuentas de las vacaciones forzadas en los primeros días de iniciado el ciclo I, y luego al reiniciar las clases venimos preparados psicológicamente porque los profesores se van con todo en los temas de las unidades para recuperar el tiempo.
Según las autoridades, cada cierre le cuesta a la UES pérdidas de al menos $150 mil, así como también pérdidas de las investigaciones científicas realizadas por las diferentes facultades, además de entorpecer los procesos de graduación de los ya egresados.
Este sí es un verdadero problema que no se resuelve pensando en si se conserva o no la autonomía, pues desde el momento que se recurre a las autoridades judiciales queda demostrado que las autoridades internas no son capaces de resolver los problemas del principal centro de estudios.
Este es un problema que va más allá de las discusiones encubiertas y las autoridades deben mostrarse serias en el enfrentamiento con esta realidad, crear condiciones más efectivas para dar salida a la demanda estudiantil cumplir con la función que le corresponde a la institución como ente del Estado.
A estas alturas todavía no hemos escuchado que las autoridades hagan algún tipo de propuesta. Las experiencias pasadas lo demandan y también los que estamos dentro de la UES ya como estudiantes admitidos y hemos cumplido con lo que se nos ha pedido y no vemos con buenos ojos que, avanzado el primer trimestre del año todavía no surjan propuestas.

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